"Tú caerás, a plomo,
como caen los pesos muertos desde el aire,
como la asoladora calma, que tras el asedio,
nos ofende de insultante realidad."
R.I
Siento crujir bajo los pies la vida
y cómo se troca en lecho de mi sonrisa enferma.
No temo profundizar, hundirme...
- he decidido seguir caminando - .
Una insípida lluvia de senectud y silencio
se refugia en el alma, dando celeridad
a la involución de esta metamorfosis siniestra.
Duele el color ceniciento de las calles.
Va mimetizando, en su deambular,
el rigor mortis depositado en las aceras.
Oscilo.
Me tambaleo entre esperanza y fracaso
con la precisión cadavéricamente exacta
de un péndulo muerto.
El golpe seco de la inconsciencia me derriba.
Percibo haber alcanzado la suela del mundo.
Entonces, pendulo,
caigo
y la bota del demonio me patea.
Rosa Iglesias